Mundos íntimos. Consumí cocaína: creí que me quitaba inseguridades. Fue horrible, pero logré dejarla para ver qué más había en la vida.

Mundos íntimos. Consumí cocaína: creí que me quitaba inseguridades. Fue  horrible,  pero logré dejarla para ver qué más había en la vida.

Intensificar lo banal. Esa sensación fue una de las “atracciones” de la sustancia que con el tiempo, le anestesió su autodestrucción. La ayuda de Narcóticos Anónimos resultó fundamental.