por Lic. José Luis Casiva - @DiarioImpulso
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En el Fisht Stadium de Sochi, Croacia se quedó ayer con la última plaza en las semifinales del Mundial al imponerse por 4-3 en una tanda de penales sobre Rusia, que forzó de manera espectacular los penales con el 2-2 en la prórroga, acabando con la aventura anfitriona de los rusos con el protagonismo de nuevo del arquero Subasic y del definición definitiva de Rakitic. Ahora se medirá con Inglaterra en la semifinal.
El sueño ruso se resistió incluso a un tanto de Domagoj Vida en el minuto 101, empatado en el 115 por Mario Fernandes, el lateral de origen brasileño devolvió a la vida a una selección anfitriona también de cabeza. El elenco ajedrezado, dispuesto a superar a la generación de Francia ’98, volvió a verse entre las cuatro mejores de un Mundial con el suspense de los 11 metros, en su quinta participación, y buscará el miércoles una final que rozaron los Suker, Boban y Prosinecki hace 20 años.
La batalla del Mar Negro se inclinó hacia la nación más pequeña que salió airosa porque cuenta con dos jugadores de la élite como Modric y Rakitic, cerebros de un equipo que ha vuelto a meterse en semifinales como en Francia 1998, su mejor actuación histórica.
Otra vez los dos equipos abrazados en el centro del campo, esperando al destino que marcan los 11 pasos, y otra vez Croacia avanzando con esa lotería que parece no tener misterio para ellos. Smolov se encontró con Subasic, otro que falló también fue Fernandes y eliminados de su Mundial por la sentencia de Rakitic.
Los 11 metros sonrieron de nuevo a Croacia, gracias a Subasic y Rakitic, a pesar de que el fallo de Kovacic y el tanto con fortuna de Modric aún dieron más suspenso en Sochi. Rusia lo tuvo cerca pero terminó despertando de su sueño mundialista. Croacia sigue viviendo el suyo y ahora se citará el miércoles con Inglaterra en Moscú, por tratar de extenderlo.